Páginas

martes, 16 de agosto de 2011

Maltrato Infantil

Miguel Ángel Ruiz González fue entrevistado en EITB el pasado 20 de junio sobre el Maltrato Infantil.

Click AQUÍ para ver entrevista
“Es muy difícil concluir donde esta la línea que determina cuando comienza un maltrato. Para definirlo, diríamos que sucede cuando hay un daño físico y/o psicológico, o existe un claro riesgo de que en un futuro, el niño, va a padecer unas consecuencias negativas de ese maltrato”.

Tras esta reflexión, nos planteamos si un cachete es o no maltrato. Miguel Ángel comenta lo siguiente:

Un cachete dado puntualmente una vez en la vida, evidentemente no va a traumatizar a nadie. Es un hecho negativo, el niño lo va a sufrir, va a llorar, pero no va a marcarle definitivamente.

Pegar un cachete a nuestros hijos parece ser una conducta aceptada socialmente. Y aquí comienza el problema. Pensar que el cachete es una conducta productiva para la educación de nuestros hijos, indica una falta de mejores recursos por parte de los padres. Si lo aceptamos y lo institucionalizamos, lo estamos estableciendo como norma, y en la norma, en la realización continua del cachete como forma educativa, estaremos haciendo un maltrato. El peligro está en que las personas que, por ejemplo, 3 o 4 veces por semana ponen en práctica esta acción, pensarán que están actuando de forma correcta al agredir a sus hijos.

Cuando aplicamos el castigo de una forma puntual, advirtiendo previamente al niño lo que va a acontecer, y aplicamos este castigo sin descargas emocionales, sin agresividad y estando el niño previamente advertido, no estaríamos haciendo ningún maltrato. Sin embargo, esta forma de aplicar el castigo, se utiliza muy de vez en cuando o muy rara vez. Lo que nos encontramos es un adulto que da un cachete, y al día siguiente no, porque está de buen humor, creando un estado de confusión en el niño. O por ejemplo, si un adulto se muestra tremendamente agresivo, arrea un bofetón, grita e insulta al niño, es probable que esta conducta este produciéndose a menudo, y si esto es así, y el niño es continua y frecuentemente víctima de ese maltrato, no va a poder tener un buen concepto de si mismo, puesto que es su padre el que le maltrata. Y a partir de ahí, en esa mala imagen es donde va a sobrevenir toda una patología, toda una problemática.

Quisiera creer que en la medida en que hay mayor formación y mayor conocimiento en la sociedad, así como hemos mejorado en alimentación, salud, higiene, etc… también lo vayamos haciendo en educación y vayamos entendiendo esto. Lo que si está claro es que las familias desestructuradas, personas drogadictas, delincuentes, o personas que tienen una patología mental de cualquier índole, no van a educar con la misma normalidad que puede hacerlo una persona sana.

¿Cuantas veces, gente que nos rodea, compañeros, personas con las que nos relacionamos, nos sacan de nuestras casillas? Sin embargo, no entendemos que debamos agredirles. ¿De donde sacamos que tenemos ese poder para dar un cachete al niño?

Para que un niño sea sano, tiene que quererse a si mismo, y el trato que le dispensan los padres es fundamental para que se forje una imagen sana de si mismo, que le permita relacionarse con el mundo de una forma relajada y positiva.

Miguel Ángel Ruiz González

http://www.psicologosbilbao.es/

info@psicologosbilbao.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario